jueves, 22 de diciembre de 2011

El Caballero del Verde Gabán



Hay muchos enigmas sobre Miguel de Cervantes y su obra cumbre "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha."
Hace unos años, un escritor llamado Luis G. Hortigón, escribió un libro llamado "El Caballero del Verde Gabán". En este libro explicaba que Miguel de Cervantes, para crear el personaje de Don Quijote, se inspiró en un tio de su mujer Catalina de Palacios: Rui Gonzalez Quijada, que está enterrado en el Monasterio de Guadalupe. En este libro el autor también cuenta que la casa que Miguel de Cervantes describía en El Quijote existe de verdad, aportando numerosos datos sobre ello. Esta casa está situada a 31 km de Guadalupe y se llama "La casa del rincón de Valdepalacios".
En "El Caballero del Verde Gabán" el autor también dice que Miguel de Cervantes y su mujer Catalina tuvieron un hijo varón, que fue criado por el tío de Catalina.En este libro habla de mi bisabuelo y muchos otros miembros de mi familia como descendientes del hijo secreto de Miguel de Cervantes.
Cuenta que ese niño, llamado Pedro, fue el primer herrero de la familia, por ello hasta hace unas décadas todos los Cervantes de la familia eran herreros (mi bisabuelo, mi abuelo, mis tios-abuelos y sus primos....), y se repartían por distintos pueblos de las provincias de Cáceres, Badajoz y Ciudad Real, curiosamente siempre muy cerca de "La Casa del Rincón de Valdepalacios".
En el libro hay una errata sobre la descendencia de mi bisabuelo Pedro Cervantes de Armas, ya que al nombrar a los hijos, el autor puso Eufemia, en vez de Eufemio (mi abuelo). Del mismo modo, Hortigón cuando escribió el libro no conocía de mi existencia. Hace años estubo hablando con una tía mía sobre que iba a escribir una segunda parte del libro en la que yo iba a aparecer, pero esa continuación de la historia nunca se llevó a cabo, ya que las averiguaciones de Hortigón, no sé por qué, cayeron en el olvido.
En "El Caballero del Verde Gabán" hay muchas investigaciones y teorías sobre El Quijote y Miguel de Cervantes, pero estos datos apenas son conocidos. Poca gente sabe de la existencia de estas averiguaciones.

viernes, 21 de octubre de 2011



Cantarera



Picadora manual de carne.

Soplillo



El soplillo se usaba antaño en la Siberia Extremeña para avivar la lumbre en las casas. Se compone de un tubo (que puede ser de hierro o de cobre) en el cual uno de sus extremos ha sido cerrado aplastándolo y se ha practicado un pequeño agujero en una de las caras. De modo que al soplar por el extremo normal del tubo, el aire sale con fuerza por el agujero pequeño.


miércoles, 31 de agosto de 2011


Monumento de un herrero en Ribadavia (Orense, Galicia).

Hornos de hierro en Villaoudriz (Lugo, Galicia).



Cerca de Taramundi (Asturias) conocido por sus cuchillos y navajas, hay un poblado llamado Os Teixois, en el que la piedra de afilar, el macho pilón y el fuelle son accionados con la fuerza del agua.

miércoles, 8 de junio de 2011

Navalpino

Recientemente, fuí al pueblo de Navalpino con la idea de buscar y conocer al herrero Jacinto Cervantes, primo hermano de mi padre.
Según llegué al pueblo, pregunté a una señora por Jacinto, y me contó que había fallecido ese mismo día.
Jacinto trabajó toda la vida como herrero y era seguramente el último herrero de los Cervantes.
Los Cervantes han sido herreros durante cuatro siglos, pero la tradición está destinada a desaparecer. Las nuevas generaciones no aprenden un oficio que ya no ofrece ningún futuro, pero que antaño era uno de los más importantes.

jueves, 2 de junio de 2011

Barreña de encina


Barreña de encina para gazpacho hecha por mi abuelo

Antaño, era habitual en la Siberia Extremeña que la gente se hiciese sus propias barreñas para hacer gazpacho, con madera de encina o de fresno. Para ello, se utilizaban "verrugas" que salen en el tronco de estos árboles. El vaciado del interior de la barreña se hacía con una especie de gubia o cuchilla curva fabricada en la fragua.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Antigüedades



                       



                                                       Calabaza y barreña de encina para hacer gazpacho



Caldero

Calabaza

Cencerro





Punzón y lezna para trabajar el cuero




Buriles para grabar en cobre

sábado, 21 de mayo de 2011

Talla a navaja


Éstos son algunos objetos tallados a navaja por mi padre, generalmente con madera de olivo:














También está haciendo algunos juguetes de los que usaban antaño:









martes, 17 de mayo de 2011

El último herrero de Valdecaballeros


El sábado 14 de mayo fui a Valdecaballeros a pasar el día con mi novia. Se celebraba en los Baños la fiesta de San Isidro y el ayuntamiento daba para comer caldereta y vino de pitarra.
Hacía años que no iba a Valdecaballeros y tenía la esperanza de que quedase algún herrero en la familia. Y allí conocí a José, primo segundo mío. Bastó con decirle quien era mi padre para que él y su mujer nos recibiesen en su casa a mi novia y a mí para charlar un rato y enseñarnos su fragua.
En la fragua, José trabaja de vez en cuando como hobby con las herramientas de herrero de su padre (Eutimio Pizarro Cervantes) haciendo almireceros, tenazas de chimenea, accesorios para colgar los utensilios de cocina... Repara aperos de labranza, y hasta hace poco herraba los caballos, mulas y burros del pueblo. Me regaló unas herraduras hechas por él (además de productos de su huerto).
José, al igual que su padre, montó la fragua como afición para su tiempo libre (como quiero hacer yo), ya que en la actualidad ya no se puede vivir de esto.
Quedamos en que volvería de visita dentro de poco con mi padre, ya que hace mucho tiempo que no se veían.
Lamentablemente, ninguno de los descendientes de José está interesado en aprender el oficio.








Herraduras de caballo. Las de la izquierda son de mano, la de la derecha de pie.




José y yo en su fragua.

domingo, 8 de mayo de 2011

Tornillo de fragua





Aún no he encontrado ninguna pequeña nave para convertirla en una fragua. Pero ya he comprado el tornillo de fragua en una chatarrería.

miércoles, 9 de marzo de 2011


Miguel Cervantes Miñano
Marzo 2011



Bigornia o yunque

El herrero ayer

El oficio de herrero era indispensable en cualquier pueblo hasta hace unas décadas.
Entre las tareas más importantes del herrero estaban fabricar y sobre todo reparar los aperos de labranza (como aguzar y calzar rejas de arado y picos), hacer las herraduras y herrar a las bestias, y fabricar gran variedad de útiles necesarios para la vida cotidiana.
En su fragua, el herrero fabricaba rejas de arado, hachas, guadañas, hoces, calabuezos, azadones, zachos, etc....además de utensilios domésticos y de cocina como cuchillos, llaves, candiles, estrébedes, tenazas, camas, palanganeros, etc. También fabricaba y ponía los aros (llantas) de las ruedas de los carros, hacía anillos de boda (fundiendo las antiguas pesetas de plata), cepos de caza, herraduras, callos, e infinidad de objetos más. Herraba burros, mulas, caballos y bueyes (para herrar a los bueyes se utilizaba una estructura llamada "potro").
El herrero elaboraba su propio carbón vegetal de brezo (actualmente se compra carbón mineral). También hacía los mangos de madera de encina para los aperos y cuchillos. Asimismo hacía cuchillos y navajas con mangos de cuerno de ciervo.
La gran mayoría de las herramientas del herrero las fabricaba él mismo (como las tenazas, tajaderas, punzones, planas, estampas, claveras...).  A menudo inventaba nuevas herramientas para llevar a cabo sus trabajos. Algunas herramientas sí las compraba (como la bigornia, el martillo de bola, el tornillo de herrero...).
La ropa de trabajo tradicional del herrero era el mandil de cuero.

Antiguas placas para soldar a la calda


El herrero hoy

El oficio de herrero tal y como era antaño, ya no existe. Hoy en día los herreros ya no forjan aperos de labranza.
En la actualidad, hay algunos modernos forjadores que realizan trabajos de cerrajería como puertas, rejas, barandillas, muebles, cabeceros y lámparas.
En estos talleres de forja se ha perdido parte de su carácter artesanal, utilizando técnicas modernas en detrimento de las técnicas tradicionales que se usaban hasta mediados del siglo xx, cuando la electricidad aún no había llegado al mundo rural.. Por ejemplo, las uniones hoy día se realizan con soldadura por arco eléctrico. Antiguamente esto no existía y los herreros utilizaban el remachado y la soldadura a la calda.
Los herreros actuales, combinan el trabajo artesanal en la fragua, con el uso de modernas herramientas eléctricas.
Actualmente también quedan herradores, dedicados a herrar las caballerías. Pero antaño, era el mismo herrero el que herraba estos animales.
Por último, quedan algunos artesanos cuchilleros, siendo muy conocidos los de Taramundi y Albacete.


El fin de una tradición familiar

La historia del oficio de herrero en mi familia es similar a la de otras muchas sagas de artesanos: cayó en declive a partir de mediados del siglo xx hasta caer en el olvido.
Según cuenta L.G.Hortigón en su libro "El Caballero del Verde Gabán", la tradición de herreros en los Cervantes tiene 400 años de antigüedad.
Hasta hace poco, había muchos Cervantes trabajando como herreros en diferentes pueblos del norte de la Siberia extremeña (mi familia es de Valdecaballeros) y sus proximidades. Para evitar la competencia, se repartían por distintos pueblos cercanos en las provincias de Cáceres, Badajoz, Ciudad Real y Toledo.
El oficio pasaba de padres a hijos. Mi bisabuelo era herrero y enseñó el oficio a mi abuelo y mis tios-abuelos. Mi abuelo enseñó el oficio a mi padre, y lo mismo ocurrió con sus primos.
Mi padre, desde muy pequeño ayudaba a mi abuelo en la fragua, golpeando con el macho, girando la manivela del ventilador manual (el ventilador manual cumple la misma función que su antecesor, el fuelle de madera y cuero) y siendo un niño ya fabricaba sus propios cuchillos y hachas.
Así se fue heredando el oficio en mi familia durante 4 siglos. Pero en la década de los 60 del siglo pasado, el abandono de los campos, la mecanización de la agricultura y el fin del antiguo estilo de vida rural, hicieron que el trabajo del herrero dejase de ser imprescindible.
Las familias emigraron a las ciudades en busca de un futuro mejor.
En las ciudades como Madrid, los hijos de los herreros se dedicaron a trabajos relacionados con el metal, como carroceros, cerrajeros o mecánicos. De los herreros veteranos, algunos como mi abuelo siguieron siendo herreros hasta su jubilación, pero muchos otros tuvieron que abandonar el oficio y dedicarse a los trabajos antes mencionados.
Así llegó el fin de los herreros, y para mi familia significó el final de una larga tradición familiar.
Yo, al nacer y criarme en Madrid, no pude aprender el oficio, y, que yo sepa, ningún Cervantes de mi generación lo ha aprendido.
Pero he decidido recuperar la tradición familiar.
En el pueblo donde viven actualmente mis padres, a 80 km de Madrid, estoy buscando un pequeño local o trastero para convertirlo en una fragua, y aprender el oficio, eso sí, como hobby de fin de semana. Si consigo montar la fragua, acudiré siempre que pueda para que mi padre me enseñe el oficio. El aprendizaje dura años, así que no pretendo convertirme en un gran herrero practicando algunos fines de semana, pero espero poco a poco ir aprendiendo las técnicas del oficio.
Quiero que todo el trabajo sea artesanal, como en la época de mi bisabuelo o mi abuelo. Ya he empezado a buscar la bigornia (yunque) de espiga, el ventilador manual de fragua, y la piedra de afilar (movida con un pedal, y con depósito de agua), pero antes de tener esto, debería encontrar un lugar adecuado para instalar la fragua. Si consigo llevar a cabo este proyecto, recuperaré la tradición familiar de los Cervantes.


Fotos de utensilios fabricados por mi abuelo en la fragua: